El año 2025 ha comenzado con un aumento en los plazos de pago dentro del sector del transporte por carretera. Según el último informe del Observatorio Permanente de la Morosidad y los Pagos, elaborado por Fenadismer junto a la Fundación Quijote para el Transporte, el tiempo medio de cobro ha subido hasta los 65 días en enero, frente a los 63 días de finales de 2024.
Además, un reciente estudio del Ministerio de Transportes también ha puesto sobre la mesa una diferencia en los tiempos de cobro según el tipo de transportista. Mientras que los operadores de vehículos ligeros suelen recibir sus pagos en menos tiempo, las empresas con flotas pesadas y de mayor tamaño presentan plazos más largos para cobrar sus servicios.
Más de la mitad de los clientes sigue incumpliendo los plazos legales
El informe de Fenadismer apunta que el 56% de las empresas cargadoras e intermediarias no respetan el límite legal de 60 días para abonar los servicios de transporte. No obstante, en el 73% de los casos, los retrasos se mantienen en un rango de 60 a 90 días, lo que indica un incumplimiento leve.
Por otro lado, los casos más graves de impago, aquellos que superan los 120 días, han seguido reduciéndose. Actualmente, solo el 4% de los clientes del sector paga con más de cuatro meses de demora, una cifra mucho más baja que la registrada en 2022, cuando más del 20% de los clientes incumplía de forma grave.
Los métodos de pago en el sector del transporte
El análisis de Fenadismer también recoge cuáles son los medios de pago más utilizados en el sector:
Transferencia bancaria: sigue siendo la opción más común, utilizada en el 73% de los pagos.
Confirming: empleado en el 23%, permite a los transportistas cobrar antes del vencimiento de la factura.
Pagaré: aunque cada vez menos habitual, sigue representando el 4% de los pagos.
Cheque: prácticamente en desuso, con menos del 1%.
Las empresas más pequeñas cobran antes que las grandes
El Ministerio de Transportes ha analizado cómo el tamaño de la empresa transportista influye en la rapidez con la que recibe sus pagos. El informe concluye que los transportistas con menos vehículos suelen cobrar antes que las grandes flotas, tanto en el transporte ligero como en el pesado.
Los datos evidencian que las flotas más grandes tienen más dificultades para cobrar en plazos cortos, lo que puede afectar a su estabilidad financiera y a su capacidad para gestionar los crecientes costes operativos del sector.
